POR ESTAR HACIENDO OBRAS DE CARIDAD: LA DUQUESA DE YORK

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Turquía pide la extradición de Sarah Ferguson por el rodaje sin permiso de un documental en un orfanato. Su papel como defensora de la infancia le ha reportado gran admiración alrededor del mundo. Pero, como está descubriendo ahora, su incansable trabajo social es también un flanco vulnerable por donde pueden atacarla. Después de la controversia que causó su misión para mejorar las condiciones de los residentes de Northern Moor, cerca de Manchester, la Duquesa de York se encuentra de nuevo en la línea de fuego.

Esta vez el revés procede de las autoridades turcas que están furiosas por un documental que la Duquesa rodó sin permiso acerca de los orfanatos del país en el que expuso el maltrato a los huérfanos. La acusan de haber infringido las estrictas leyes del derecho a la intimidad por la filmación clandestina en una institución cerca de Ankara
La Duquesa, disfrazada con una peluca negra y un pañuelo sobre la cabeza, visitó el orfanato, que albergaba a unos 700 niños discapacitados, y grabó con cámaras ocultas un reportaje para denunciar las pésimas condiciones de los orfanatos estatales de Turquía. El programa, que fue televisado al comienzo de este año en Gran Bretaña, mostró el estado lamentable en el que se encontraban los pequeños, algunos de ellos atados a sus camas. Según el rotativo The Sun, las autoridades turcas remitieron una petición de extradición al Ministerio del Interior británico y solicitaron también que interrogara formalmente a la Duquesa de York por su papel en el programa de la cadena ITV, cuya difusión coincidió con la presentación de un informe de la Comisión Europea sobre la petición de Turquía de adherirse a la UE. Una fuente del Ministerio dijo: "Si de acuerdo a la investigación policial en Reino Unido, se mantienen los cargos, la Duquesa podría ser detenida y podría ser extraditada para comparecer en los tribunales turcos". Por su parte, el ministro turco de Asuntos Sociales, Nimet Cubukcu, afirmó que "está muy claro que Sarah Ferguson tenía malas intenciones". Pero su portavoz insistió: "La Duquesa no tiene motivos políticos. Simplemente le mueve el bienestar de los niños".