son muy exigentes!!!Si esta misma semana la veíamos en la ceremonia de clausura del Festival de Circo de Montecarlo, ahora, Charlene Wittstock ha asistido por primera vez a la celebración de la festividad de Santa Devota, patrona de Mónaco y de la familia Grimaldi. Y es que la prometida del príncipe Alberto ya es una más de la familia y empieza a ir a todos los compromisos oficiales que formarán parte de su agenda cuando se conviertan en princesa tras su boda, el próximo 2 de julio.
Vestida de negro, la melena suelta y bien abrigada para protegerse del frío, Charlene estuvo al lado del príncipe y de su hermana Carolina durante el ritual de la quema de la barca, cumpliendo con esta antigua tradición. Cuenta la leyenda que durante en el silo VI, durante la persecución a los cristianos, una joven fue arrestada y torturada en Córcega por el gobernador, que después mandó que quemaran su cuerpo. Pero un grupo de cristianos consiguieron recuperarlo y lo metieron en una barca con destino a África. La barca finalmente varó en Mónaco en esta fecha, y por eso aquí se construyó la iglesia de Santa Devota. La tradición de quemar la barca, surgió después de que un pescador intentara robar sus reliquias y el resto de pescadores quemaran su barca como castigo.La familia real de Mónaco cada año cumple siempre con este ritual, al que Charlene se ha unido. Ella fue, junto a Alberto, la primera en prenderle fuego, bajo la atenta mirada de su cuñada Carolina, que como se puede apreciar en estas imágenes, está muy contenta con ella y hay mucha complicidad entre ellas. Y es que las dos hermanas de Alberto están muy contentas con ella, como declaró Estefanía hace unas semanas: "No podía soñar con una cuñada mejor", dijo la Princesa.Este no ha sido el único acto de las celebraciones de Santa Devota en el que ha participado la futura princesa de Mónaco. A la mañana siguiente, participó en la misa celebrada en la Catedral del Principado en honor de la santa patrona. Allí, Charlenne se dejó ver con una mantilla negra a conjunto con su vestuario y que cubría en su totalidad su melena. Tras presidir junto al príncipe Alberto el oficio, la pareja se trasladó hasta el balcón real, momento en el que la futura Princesa de Mónaco se quitó la mantilla para saludar a los monegascos que esperaron durante horas para poder ver a los prometidos. 
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